El mar se traga a 22 subsaharianos antes de llegar a la costa de Granada.

• Hay 30 supervivientes y se han recuperado los cadáveres de dos niños de 1 y 5 años y de dos varones adultos.

Tuvieron que soltar a sus hijos o se les escabulleron de los brazos mientras intentaban mantenerse a flote. Las madres se salvaron, pero los cuerpos de las dos criaturas fueron recuperados muchas horas después, cerca de los cadáveres de otros dos varones a más de 27 millas de Granada. Los rescatadores de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil no confían en encontrar a nadie más con vida y será difícil seguir buscando muertos.
Hay otros 18 inmigrantes desaparecidos, uno de ellos, una mujer que podía estar embarazada. Todos llegaron a puerto deshidratados y desorientados. Eran conscientes de que habían sobrevivido de milagro.
No habían acabado de subir a bordo de las dos embarcaciones de Salvamento a los inmigrantes cuando la lancha de goma en que hacían la travesía desapareció entre las aguas; completamente hundida. La lancha sólo tenía unos 8 metros de largo y 2 de ancho y a pesar de que parezca imposible que con esas dimensiones pudiera navegar, así lo hizo y no solo eso sino que también poseía sus 52 pasajeros.
No hay esperanza de encontrar más supervivientes después de más de 24 horas en aguas que no superan los 17 grados de temperatura, pero los rescatadores continuaron hasta la caída de la noche peinando la zona del naufragio. Hoy seguirán haciéndolo.
Quienes vivieron y no están hospitalizados ya han pasado a disposición de la Policía: <<sin papeles y a punto de morir >>.

Conclusión referente a la noticia:

Toca varios aspectos de los estudiados o simplemente presentes en el libro como el de la ética y moral, ciudadanía y los derechos humanos, justicia y pertenencia...

Dando mi propia opinión al respecto nombro este suceso como totalmente evitable ya que considero necesaria una respuesta y ciertas medidas del gobierno africano para combatir dichos incidentes que tan repetitivamente han sufrido extranjeros al desear abandonar su país natal.

Está claro que este echo no es el primero pero, una vez más, nos tiene que servir para empezar a plantearnos si es necesario que un ser humano tenga que pasar por esa situación para abandonar su país aún sabiendo que puede perder su vida en el intento. No parecen ser conscientes del peligro que corren al poner sus vidas en manos de lanchas de goma con capacidad máxima de 10 personas y circulando 5 veces esa cifra de pasajeros, o poniendo su vida y la de sus hijos en peligro para buscar un futuro mejor sin la certeza ni siquiera la esperanza de conseguirlo. Realmente en estos casos considero necesaria la involucración de los correspondientes gobiernos para proteger a sus ciudadanos, prestarles más recursos aún siendo estos países tercermundistas. Finalmente es una atrocidad contemplar y vivir esta situación sin tener en cuenta todas aquellas pateras de las que no se ha conocido ni su salida ni su llegada y las cuales han perecido en el intento de alcanzar la felicidad recurriendo a un país vecino.

Irene Alonso 1ºbach B